Los troncos de los árboles emiten uno de los gases de efecto invernadero más potentes, el metano. En un trabajo llevado a cabo por Dan Warner de la Universidad de Delaware en bosques del Este de los Estados Unidos, se cuestiona el papel que juegan los diferentes componentes del ecosistema “bosque” en el ciclo del carbono: estos son el suelo, los troncos de los árboles y los restos de madera muerta, con un instrumento láser que mide la cantidad de gas emitido a partir de la absorción de luz.
Siempre se ha considerado que el suelo es un sumidero en el ciclo del carbono y los flujos de dióxido de carbono en suelos y troncos están bien estudiados. No es el caso con la madera muerta, de la que solo se han hecho incubaciones en laboratorios. El caso del metano es diferente, prácticamente se desconoce el comportamiento del bosque respecto a este gas. En suelos se considera también que se absorbe, pero en troncos y en madera muerta no se sabe.
Los resultados de Warner muestran que la madera muerta pueden tanto emitir metano como absorberlo. Cuanto más vieja es la madera muerta más absorbe, lo que hace pensar según warner que los restos son colonizados por bacterias del suelo que realizan este trabajo. La madera fresca emite metano, y los troncos de los árboles también.
Ya se conocía que emiten CO2, y respecto al metano, las mediciones indican que emiten un 4% de lo que absorben los suelos del bosque. Este valor varía con la especie, destacando el tulípero (liriodendron tulipifera) que emite mucho CO2 y mucho metano, y las hayas, que emiten poco CO2 pero son los árboles que más metano dejan escapar. No se conoce el origen de ese metano. Podría proceder de “puntos calientes” en el suelo recogidos por las raíces, o descomposición o infecciones en el interior del tronco. Según los autores los modelos climáticos deberían incluir estas nuevas informaciones.
Escucha nuestros comentarios respecto a esta noticia en el audio. En el vídeo adjunto, Dan Warner realizando su trabajo de medición en el bosque.
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