Según Timothy Jull, de la Universidad de Arizona, algo fuera de lo normal ocurrió con el Sol hace unos 7500 años. El fenómeno desconocido ha sido datado exactamente en el año 5480 antes de nuestra era, gracias a la concentración de Carbono-14 en los anillos de la madera, que reflejan los efectos de la radiación cósmica en la atmósfera en ese momento.
El descubrimiento se ha realizado gracias a las muestras de madera de un pino californiano que puede vivir miles de años, el pinus longaeva. Cuando el sol está relativamente inactivo, la cantidad de carbono-14 aumenta en la atmósfera terrestre. Debido a que el carbono en el aire es absorbido por los árboles, los niveles de carbono-14 en los anillos de la madera reflejan la actividad solar y los eventos solares inusuales en el pasado.
Para garantizar la fiabilidad de los resultados, se hicieron análisis en diferentes laboratorios de Japón, Estados Unidos y Suiza. Según Fusa Miyake, de la Universidad de Nagoya, esta anomalía de datos en los anillos de estos árboles pudo haberse debido a un cambio en la actividad magnética del sol junto con una serie de ráfagas solares, o bien por un sol muy débil.
La falta de conocimientos sobre mecanismos que llevan a actividades solares inusuales es una barrera para la comprensión de este hecho, por lo que son necesarios estudios adicionales para llegar a una explicación precisa.
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